Creatividad: ¿Puede una IA ser original? 

 

La creatividad va mucho más allá de simplemente crear algo que no existía previamente. Hablemos de intuición, inspiración y ruptura de patrones.

Eso mismo. Partamos de una verdad, las IA a la hora de crear no tienen intuición, no se pueden inspirar y sobre todo no pueden ser originales. La duda es: ¿Por qué no pueden ser originales si ya hemos visto que una IA puede hacer, por ejemplo, imágenes únicas? 

Simple. Cuando se habla de la originalidad en la creatividad generada por la inteligencia artificial, es importante diferenciar entre "originalidad" y "creatividad" en el sentido humano.

La IA puede generar obras que son únicas en el sentido de que no son copias exactas de obras existentes. Por ejemplo, un programa de IA que crea música o arte puede producir una pieza que nunca se hizo, lo que podría considerarse "original" en términos de singularidad. Pero la originalidad humana en la creatividad va mucho más allá de simplemente crear algo que no existía previamente. Involucra varios aspectos como la intuición, la inspiración y la innovación o rotura de patrones. 

Intuición y experiencia subjetiva: La intuición es por definición la facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin necesidad de razonamiento. Está claro que una IA necesita procesar previamente. Pero el dato más importante sobre la intuición no viene del diccionario, está relacionado a las emociones (a mi entender, un descubrimiento moderno más relevante aún que las IA). La creatividad humana suele surgir de la intuición, un entendimiento profundo y no siempre consciente que se alimenta de experiencias y emociones personales. Las IA no tienen experiencias de vida ni emociones propias que puedan influir en su "creatividad". Carecen de conciencia y experiencia subjetiva. Se basa en patrones y correlaciones de datos pre-existentes, no en la intuición personal o el razonamiento consciente. La intuición humana está profundamente ligada a la conciencia, emociones y un sentido acumulado de experiencias personales.

Inspiración y contexto cultural o social: Los seres humanos se inspiran en su entorno, historia, cultura, experiencias personales y las obras de otros. Esta inspiración es profundamente contextual y suele responder o reflejar cuestiones sociales, emocionales o culturales. Las IA carecen de la capacidad de ser influenciada de esta manera holística y contextual. Pero lo que creo yo que es aún más interesante, tiene que ver con la diversidad y la complejidad de influencias abstractas. La inspiración humana puede surgir de una vasta gama de fuentes, muchas de ellas abstractas o simbólicas, como un sueño, una conversación, o un cambio repentino en el estado de ánimo. 

Innovación y ruptura de patrones: La creatividad humana puede involucrar la ruptura de patrones existentes y la exploración de ideas completamente nuevas o formas de expresión. La IA, en cambio, se basa en patrones y datos existentes para generar su trabajo. Sumemos una capa más dentro de innovar y romper patrones. Hablemos del pensamiento divergente y la redefinición de normas, lo que sería escribir un código nuevo inexistente. 

Pensamiento divergente y serendipia: La creatividad humana implica pensar de manera divergente, explorando múltiples posibles soluciones y haciendo conexiones inusuales. La serendipia, o los descubrimientos "accidentales" beneficiosos, juega un papel crucial en los avances creativos. La IA, mientras tanto, sigue siendo esencialmente un sistema de procesamiento de información y patrones, limitado por los datos y algoritmos preestablecidos.

Desafío y redefinición de normas: Los humanos no solo rompemos patrones existentes; también desafiamos y redefinimos lo que se considera normal o aceptable en todas las formas de expresión creativa. Este acto de desafiar las normas establecidas es una manifestación personal, algo que la IA no posee. Dicho en otras palabras y partiendo de la base que toda expresión (también la creativa) existen gracias al lenguaje, y que las IA son lenguaje, redefinir las normas es sumarle capas nuevas al lenguaje, enriquecerlo, complejizarlo o sofisticarlo, como quieran decirle. En términos de IA sería crear una nueva línea de código, un nuevo comando.  

Los humanos no sólo creamos, sino que también reflexionamos sobre el trabajo (obra), lo criticamos y lo contextualizamos dentro de un marco más amplio de significado y propósito. Esta auto-reflexión y crítica es una parte integral del proceso creativo y de innovación, y es algo que la IA no puede emular de manera auténtica.

La creatividad humana, con su dependencia de la inspiración emocional y cultural y la capacidad de innovar y romper con lo establecido, sigue siendo distintivamente más rica y profunda que la generación de obras "únicas" por parte de la IA. Aunque la IA puede imitar ciertas facetas de la creatividad, no alcanza la profundidad de comprensión, la diversidad de influencias, ni la capacidad de innovación genuina que caracterizan la creatividad humana.

Nicolás Ferrario
Talk2U & National Geographic Explorer

 
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